sábado, 20 de abril de 2024

La salud en la antigua Grecia

 

Es posible que en la antigüedad la salud de las personas era mejor que de la actualidad, aunque en esos tiempos no existía el agua potable y eran comunes las infecciones.

Pero los antiguos practicaban una alimentación balanceada, el ejercicio, el ocio sano y sobre todo una cercanía constante con la naturaleza, lo cual si los modernos lo aplicáramos reduciríamos las afectaciones físicas y mentales, como la diabetes, la obesidad, el estrés y la depresión.

 

Ejercicio físico y ocio

Las antiguas ciudades griegas a menudo estaban en guerra, por lo que siempre se necesitaba de jóvenes sanos y en buena forma para el ejército. El entrenamiento físico era vital en la escuela griega.

Los niños practicaban carreras, salto de longitud y lanzamiento de disco y jabalina, boxeo y lucha. Los entrenamientos se llevaban a cabo en un área especial para deportes, la palestra.

La palestra era un edificio público dedicado al entrenamiento de atletas. Y había de dos tipos, las privadas, que pertenecían a una escuela donde la gente pagaba, y las públicas, de acceso libre. El tipo de ejercicio común era la lucha grecorromana.

En Esparta los niños pasaban la mayor parte del tiempo haciendo gimnasia, levantando pesas y recibían entrenamiento militar.

Los antiguos griegos estaban obsesionados con el bienestar físico, pasaban mucho tiempo haciendo ejercicio y deportes. Disfrutaban mantenerse saludables como fuera posible, y creían que si sus cuerpos estaban en buena forma, sus mentes también estarían fuertes.

Los atletas más exitosos participaban en juegos regulares, festivales deportivos en honor a los dioses de Atenas, Olimpia y otras ciudades importantes.

Todos los atletas de los juegos más importantes eran hombres, pero también había juegos para mujeres. Los cuales formaban parte del festival “Heraia” en honor a la diosa Hera, esposa de Zeus. Había dos carreras para niñas y jóvenes de diferentes edades, y la ganadora era coronada con las hojas de olivo y recibían una porción del animal sacrificado a la diosa.

A las niñas espartanas aunque no recibían entrenamiento militar se les motivaba a realizar ejercicio y deportes, como las carreras, para que pudieran estar fuertes y sanas.

Aunque la gente aprovechaba su tiempo libre en el ejercicio, igualmente disfrutaban de la caza y la pesca. El apetito de los griegos por el pescado era saciado por pescadores habilidosos quienes atrapaban peces para venderlos. Pero algunas personas les gustaba pescar ellas mismas. Los cazadores perseguían jabalíes, venados y liebres para comerlos.

El simposio era una fiesta que se realizaba en una casa privada y en el que solo asistían hombres para conversar. Cuando la comida se terminaba los esclavos servían vino. Había un comensal como “simposiarca” que tomaba el papel de presidente, decidía cuánto vino se debía beber y mantenía el orden. Lo ideal era que nadie se embriagara o rompiera el orden, pero muchos simposios se volvían ruidosos y acababan en pleito si el simposiarca perdía el control.

Las únicas mujeres que asistían al simposio eran esclavas, las hetairai, quienes entretenían a los hombres bailando y tocando la flauta o el arpa. La música era importante para los antiguos griegos. Les parecía que su armonía representaba la armonía de todo el universo, y creían que la música no solo afectaba el humor de una persona sino que también influía en su carácter.

 

Alimentación

Los griegos llevaban una dieta balanceada, comían mucha fruta y vegetales, sobre todo manzanas, dátiles, higos, cebolla y lentejas. Comían mucho pescado y pan, pero muy poca carne. Las hierbas como tomillo, menta y mejorana se usaban para dar sabor a la comida, y la miel se utilizaba para endulzar. La comida principal era en la tarde, como a las cinco. Se servía caliente y se cocinaba sobre un fuego abierto o en un horno pequeño.

A los griegos les encantaba el pescado y lo servían en platos bellamente decorados. Entre los favoritos era el atún, el róbalo de mar y lisa y el más preciado de todo era la anguila. Las especies más pequeñas como anchoas y arenques eran de bajo costo. Mucha gente despreciaba estos pescados que se conservaban en sal. También a la gente le gustaba comer filetes de atún en conserva.

Sin embargo, los griegos consumían mucho pan. El desayuno era una pieza de pan remojada en vino, y el pan formaba parte en la comida de la tarde.

Se comía carne en los banquetes y festivales cuando se sacrificaban animales para los dioses. En esos ambientes la gente comía carne de cabra, zorros y liebres. La carne no se mantenía en buen estado por el clima cálido griego, en ese sentido los cocineros se hicieron hábiles en el uso de hierbas las cuales disfrazaban el sabor de la carne que empezaba a descomponerse y ayudaban al cuerpo a digerirla.

Aunque los griegos bebían bastante agua y leche (hoy sabemos bien de los riesgos de tomar leche animal), la bebida favorita era el vino. Normalmente hacían rápido el vino y lo bebían antes de que se estropeara.

La mayor parte de la cosecha del olivo se comprimía para hacer aceite, que se utilizaba para cocinar y la gente remojaba con él su pan.

Los postres consistían en frutos y panes o pasteles endulzados con miel.

 

Asclepio y la medicina

Los antiguos griegos creían en Asclepio, dios de la medicina y la cura. La gente enferma visitaba sus templos con la esperanza de curarse. También aparecía en sueños y les sugería curas a sus enfermedades.

La gente enferma pasaba toda la noche dentro del templo y al día siguiente le contaba a uno de los sacerdotes sus sueños. El sacerdote interpretaba el sueño y sugería el tratamiento al paciente.

Cuando una persona enferma visitaba un templo, a menudo hacía una ofrenda llevando un grabado de la parte del cuerpo que necesitaba curación. La arqueología ha encontrado pequeñas placas de mármol con inscripciones y el nombre de la persona.

Aproximadamente en el año 410 a. C. el famoso médico Hipócrates y su grupo de curanderos realizaron avances importantes en la medicina practicando en la isla de Cos. No obstante, aún con la medicina mejorada los griegos continuaban muriendo jóvenes, de enfermedades e infecciones que en la actualidad las personas sobreviven.

Hipócrates, conocido como el “padre de la medicina”, adquirió fama por establecer una nueva propuesta médica, observaba más de cerca los síntomas del paciente y probaban nuevos remedios cuando los anteriores no funcionaban. Hipócrates y los demás médicos escribían libros sobre lo que realizaban. Estos tratados hipocráticos son registros de casos médicos. Hipócrates y los demás médicos distinguían que las enfermedades era resultado de una desproporción de fluidos y sustancias en el interior del cuerpo.

Los médicos apreciaban diversas hierbas por sus poderes de curación, por ejemplo, la mejorana, que se utilizaba para tratar las convulsiones y la menta que se utilizaba para afecciones del estómago. Las especias también se usaban para hacer medicinas y las que venían de Egipto eran las más apreciadas de todas.

 

 

Fuente:

W., Philip, Antigua Grecia, SilverDolphin.

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