sábado, 27 de abril de 2024

Practicas funerarias de los mayas

 Los antiguos mayas creían que, al morir, el ser humano iniciaba un viaje al inframundo o Xibalbá, donde residen los dioses de la muerte.

El tipo de entierro, el ajuar funerario y la calidad de la ofrenda dependía de la posición social del individuo.

Los gobernantes eran sepultados con un gran ajuar funerario y dentro de cámaras abovedadas. Estos reyes no iban solos en su viaje al inframundo, pues se hacían acompañar de otros individuos como algunos de sus sirvientes que eran sacrificados.

La muerte del rey o del ajaw no implicaba una ruptura con sus descendientes vivos. El culto de los antepasados permitía mantener un vínculo con el fallecido, pues se creía que en su vida ultraterrena éste abogaba por el bienestar de la colectividad.

Asimismo, el espíritu del difunto podía regresar y participar en los rituales de sus descendientes.

Por estas creencias, se colocaban múltiples objetos en las sepulturas, como vasijas de agua y alimentos, joyas, y figurillas de personas, deidades y animales; algunas veces se sacrificaba al perro del difunto y se colocaba en la sepultura, ya que se creía que su espíritu guiaría al de su amo en el camino.

Cuando se trataba de un rey o alguien de su familia, sacrificaban a algunos hombres y mujeres para acompañar al muerto.

En algunos sitios de la Península de Yucatán los cuerpos eran depositados en receptáculos naturales como cuevas inundadas, cenotes y pozos junto con las ofrendas.

Para los mayas, los cenotes y las cuevas eran entradas al inframundo, las cuevas y las fuentes de agua como los cenotes eran pasos simbólicos entre el mundo terrestre y subterráneo, de ahí su relación con el mundo de los muertos y al mismo tiempo su asociación con la fertilidad.

Estos sistemas de agua funcionaban así también como depósitos mortuorios entre las cuales estaba el sacrificio humano, el uso funerario a manera de cementerios acuáticos por mortandad por guerras, enfermedades o catástrofes naturales como las sequías y los huracanes.

En la arquitectura funeraria resaltan las tumbas destinadas a albergar a difuntos de cierto rango social como la tumba del rey Pakal en el Templo de las Inscripciones, en Palenque, Chiapas, y la tumba en el interior del Templo del Búho, en Dzibanché, Quintana Roo.







Referencias

Arqueología mexicana, las rutas arqueológicas, 21

Arqueología mexicana, cenotes en el área maya, 83

Arqueología mexicana, Quintana Roo, zona maya, 14

Arqueología mexicana, la muerte en México, 20

Los mayas, 3000 años de civilización, Monclem


No hay comentarios.:

Publicar un comentario