1501
marca el inicio de la edición y expansión musical con la colección no religiosa
de “Harmonice musices odhecaton” por el impresor Ottaviano Petrucci. A partir
de entonces las partituras y las composiciones comenzaron a editarse de manera
rápida y en volumen llegando a manos de músicos de la nobleza, de la iglesia y de
músicos aficionados.
Veintiún
años después del “odhecaton”, Martín Lutero (1483-1546) escribe su Catecismo
Menor y Mayor y un himnario, compuesto por él mismo, que influiría
en los siglos posteriores para la música protestante.
El
concepto colectivo del culto para Lutero era central permitiendo que una
participación de los feligreses en los corales homofónicos o himno
congregacional, que asimismo tenían el beneficio de poder utilizarse para el
culto doméstico.
La
Reforma o la Iglesia Protestante cambiaría el mapa religioso y musical de
Europa, e hizo que la Iglesia Católica, del papa Pablo III, estableciera el
Primer Concilio de Trento (1545-1563) para equilibrar el avance del
protestantismo a través de la Contrarreforma.
En
el Concilio se acordaron un conjunto de reformas de la liturgia católica, que
incluía la música, pues se trataba de eliminar la influencia de la música
profana o seglar. Con ello se reafirmó el canto gregoriano y la continuidad de
la polifonía.
Las
obras de Giovanni Pierluigi de Palestrina (1525-1594) fue el representante
musical de la Contrarreforma, considerado como el ejemplo más puro del
sentimiento musical católico y salvador de la música católica.
Entre
sus obras, Palestrina dedicó su primera colección de misas al papa Julio III;
compuso su famosa “Missa Papae Marcelli”, que se caracteriza por su homofonía
que permite que el texto sea leído con facilidad.
La
misa “Marcelli” está compuesta de elementos musicales libres y por imitación de
otras misas; una práctica común en el siglo XVI, que consistía en explotar como
base de toda la composición una obra de otro autor o una pieza anterior del
mismo compositor, a menudo un canto gregoriano anterior.
Con
Gregorio XIII la música comenzó a usarse con fines propagandísticos, lo que
llevo a que se realizaran misas con interpretes virtuosos con dos o más coros.
Y
por el lado protestante, músicos como Michael Praetorius (1551-1621)
compusieron un gran número de himnos protestantes, como también Johannes Cruger
(1598-1662), que empleaban el canto homofónico o coral acompañado por
instrumentos.
Praetorius
influiría en Dietrich Buxtehude (1637-1707) y en Johann Pachelbel (1653-1706)
quienes tomaron las formas de su coral y crearían las primeras cantatas sacras
protestantes.
Referencias
Lord.,
M., historia de la música, Tandem Verlagh GmbH, 2008.
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